Con esta breve entrada explicando como fue “la última milla” termino la “trilogía Bay to Breakers”. Hay que reconocer que siendo la primera experiencia se merecía una mención especial. Pero aquí y ahora, prometo que las demás crónicas serán más normalitas:
Son las 8.30 de la mañana y después del merecido descanso, el charloteo y la ingesta de los “souvenirs” de la expo del día anterior, nos dirigimos a la zona “Last Mile”. Conforme nos vamos acercando, empieza el olor a comida, una mezcla de aromas que me hace babear (a pesar de haber bebido 1/2 l de agua, un zumo y dos barritas). Caravanas (al estilo "lo que necesitas es amor") vendiendo comida mejicana, hindú, china, thai,... hacen que mi mente y mi estómago ya regularizado solo piensen en comida, comida, comida,...pero antes tengo que cruzar la zona de stands (total, que me olvidé por completo de la comida). Empezamos la ruta de stands con el helado, para seguir con zumos energéticos, yogures, barritas (otra vez), incluso nesquik (¡cuánto lo había echado de menos!),... y mientras comemos y bebemos vamos llenando la mochila (habíamos decidido llevar mochila en lugar de bolso para guardar la sudadera, cámara,... ) Puedo prometer y prometo, que no sabíamos nada de lo que se avecinaba. La gente que no llevaba mochila empieza a llenar cajas y aquello parecía el mercadona a la hora de reponer. El género se va agotando en algunos stands y empiezan a llegar pequeños carritos para suplir pero por el camino la gente se agolpa a los carritos y éstos no llegan a su destino (aunque creo que no hay problemas porque hay material para abastecer a miles de personas). De forma que los homeless que se atrevieron a venir hasta esta punta de la ciudad se unieron a la fiesta y es triste decirlo, pero al menos aquel día y posiblemente unos cuantos más, tuvieron algo para echarse a la boca.
Después de la parte de comida, nos adentramos en el mundo de los souvenirs y recuerdos, y esto sí que es la locura. Zazzle que es el patrocinador oficial tiene a precio de saldo casi todo el material (con lo cual vino bien no comprar nada el día anterior), camisetas, botellas de agua, bolsas de deporte,...y la gente se vuelve loca comprando los últimos recuerdos de la carrera. Justo al lado de su stand, Zazzle empieza a regalar camisetas (camiseta en la pistola de aire, boooooom al cielo y la locura en la tierra) recordando un poco a la cabalgata de los Reyes Magos de mi pueblo en el que todos los niños nos peleábamos por los caramelos y sobretodo por los balones. Mira por donde, entre tanta pelea, una camiseta de una mano a otra, de una mano a otra, al final cae en las de mi fotógrafa (primera para la saca). Además de la pistola lanzacamisetas, Zazzle tenía una ruleta en la que te daban premios. Primera tirada, $5 (los canjeamos por una camiseta que el día anterior valía $20) y un magneto (mira que bien, para colgar las fotos del día anterior). Al lado de la ruleta, otro juego diferente, de nuevo $5 (otra camiseta, que después seguro termina de trapo de limpieza pero...) y ahora un pin. Después de canjear los vales por estas 4 cosas (que fue un rato largo) vamos otra vez al ataque (arrebañando!!!) porque me he encaprichado con la botella de aluminio para el agua (vale $8, pero igual lo saco gratis). Probamos los dos juegos y ahora ganamos otro pin, un abridor, una bolsa de deporte y $5 más. Cinco dólares con los que negocié (en EEUU se puede negociar todo, es como estar en el mercadillo) la botella de agua. Después de esto y otras tantas cosas, pulseras,... (con las que yo hice de Rey Mago para mis amigos) creo que la inscripción de $78 estaba amortizada.
En los últimos metros de la milla, los carromatos de comida y la fiesta, supongo que esta parte ya os la podéis imaginar, no es necesario dar mucha más información.
En resumen, mi primera vez ha sido una experiencia extraordinaria, desde el momento que entré a recoger el dorsal hasta la salida del Golden Gate Park para irme a casa a tomar una buena ducha. Espero repetir y pronto, a ver si encuentro algo antes de la media maratón, una 10K más tranquilita.
Nos leemos pronto.
Son las 8.30 de la mañana y después del merecido descanso, el charloteo y la ingesta de los “souvenirs” de la expo del día anterior, nos dirigimos a la zona “Last Mile”. Conforme nos vamos acercando, empieza el olor a comida, una mezcla de aromas que me hace babear (a pesar de haber bebido 1/2 l de agua, un zumo y dos barritas). Caravanas (al estilo "lo que necesitas es amor") vendiendo comida mejicana, hindú, china, thai,... hacen que mi mente y mi estómago ya regularizado solo piensen en comida, comida, comida,...pero antes tengo que cruzar la zona de stands (total, que me olvidé por completo de la comida). Empezamos la ruta de stands con el helado, para seguir con zumos energéticos, yogures, barritas (otra vez), incluso nesquik (¡cuánto lo había echado de menos!),... y mientras comemos y bebemos vamos llenando la mochila (habíamos decidido llevar mochila en lugar de bolso para guardar la sudadera, cámara,... ) Puedo prometer y prometo, que no sabíamos nada de lo que se avecinaba. La gente que no llevaba mochila empieza a llenar cajas y aquello parecía el mercadona a la hora de reponer. El género se va agotando en algunos stands y empiezan a llegar pequeños carritos para suplir pero por el camino la gente se agolpa a los carritos y éstos no llegan a su destino (aunque creo que no hay problemas porque hay material para abastecer a miles de personas). De forma que los homeless que se atrevieron a venir hasta esta punta de la ciudad se unieron a la fiesta y es triste decirlo, pero al menos aquel día y posiblemente unos cuantos más, tuvieron algo para echarse a la boca.
Caminito al "bazar" |
En los últimos metros de la milla, los carromatos de comida y la fiesta, supongo que esta parte ya os la podéis imaginar, no es necesario dar mucha más información.
En resumen, mi primera vez ha sido una experiencia extraordinaria, desde el momento que entré a recoger el dorsal hasta la salida del Golden Gate Park para irme a casa a tomar una buena ducha. Espero repetir y pronto, a ver si encuentro algo antes de la media maratón, una 10K más tranquilita.
Nos leemos pronto.