Capítulo 12. Ya no soy virgen. Mi primera experiencia, mi primera carrera (3/3)

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Con esta breve entrada explicando como fue “la última milla” termino la “trilogía Bay to Breakers”. Hay que reconocer que siendo la primera experiencia se merecía una mención especial. Pero aquí y ahora, prometo que las demás crónicas serán más normalitas:

Son las 8.30 de la mañana y después del merecido descanso, el charloteo y la ingesta de los “souvenirs” de la expo del día anterior, nos dirigimos a la zona “Last Mile”. Conforme nos vamos acercando, empieza el olor a comida, una mezcla de aromas que me hace babear (a pesar de haber bebido 1/2 l de agua, un zumo y dos barritas). Caravanas (al estilo "lo que necesitas es amor") vendiendo comida mejicana, hindú, china, thai,... hacen que mi mente y mi estómago ya regularizado solo piensen en comida, comida, comida,...pero antes tengo que cruzar la zona de stands (total, que  me olvidé por completo de la comida). Empezamos la ruta de stands con el helado, para seguir con zumos energéticos, yogures, barritas (otra vez), incluso nesquik (¡cuánto lo había echado de menos!),... y mientras comemos y bebemos vamos llenando la mochila (habíamos decidido llevar mochila en lugar de bolso para guardar la sudadera, cámara,... ) Puedo prometer y prometo, que no sabíamos nada de lo que se avecinaba. La gente que no llevaba mochila empieza a llenar cajas y aquello parecía el mercadona a la hora de reponer. El género se va agotando en algunos stands y empiezan a llegar pequeños carritos para suplir pero por el camino la gente se agolpa a los carritos y éstos no llegan a su destino (aunque creo que no hay problemas porque hay material para abastecer a miles de personas). De forma que los homeless que se atrevieron a venir hasta esta punta de la ciudad se unieron a la fiesta y es triste decirlo, pero al menos aquel día y posiblemente unos cuantos más, tuvieron algo para echarse a la boca. 

Caminito al "bazar"
Después de la parte de comida, nos adentramos en el mundo de los souvenirs y recuerdos, y esto sí que es la locura. Zazzle que es el patrocinador oficial tiene a precio de saldo casi todo el material (con lo cual vino bien no comprar nada el día anterior), camisetas, botellas de agua, bolsas de deporte,...y la gente se vuelve loca comprando los últimos recuerdos de la carrera. Justo al lado de su stand, Zazzle empieza a regalar camisetas (camiseta en la pistola de aire, boooooom al cielo y la locura en la tierra) recordando un poco a la cabalgata de los Reyes Magos de mi pueblo en el que todos los niños nos peleábamos por los caramelos y sobretodo por los balones. Mira por donde, entre tanta pelea, una camiseta de una mano a otra, de una mano a otra, al final cae en las de mi fotógrafa (primera para la saca). Además de la pistola lanzacamisetas, Zazzle tenía una ruleta en la que te daban premios. Primera tirada, $5 (los canjeamos por una camiseta que el día anterior valía $20) y un magneto (mira que bien, para colgar las fotos del día anterior). Al lado de la ruleta, otro juego diferente, de nuevo $5 (otra camiseta, que después seguro termina de trapo de limpieza pero...) y ahora un pin. Después de canjear los vales por estas 4 cosas (que fue un rato largo) vamos otra vez al ataque (arrebañando!!!) porque me he encaprichado con la botella de aluminio para el agua (vale $8, pero igual lo saco gratis). Probamos los dos juegos y ahora ganamos otro pin, un abridor, una bolsa de deporte y $5 más. Cinco dólares con los que negocié (en EEUU se puede negociar todo, es como estar en el mercadillo) la botella de agua. Después de esto y otras tantas cosas, pulseras,... (con las que yo hice de Rey Mago para mis amigos) creo que la inscripción de $78 estaba amortizada.

En los últimos metros de la milla, los carromatos de comida y la fiesta, supongo que esta parte ya os la podéis imaginar, no es necesario dar mucha más información.

En resumen, mi primera vez ha sido una experiencia extraordinaria, desde el momento que entré a recoger el dorsal hasta la salida del Golden Gate Park para irme a casa a tomar una buena ducha. Espero repetir y pronto, a ver si encuentro algo antes de la media maratón, una 10K más tranquilita.

Nos leemos pronto.

Capítulo 12. Ya no soy virgen. Mi primera experiencia, mi primera carrera (2/3)

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Las cinco de la mañana, suena el despertador (como si hiciera falta, no he pegado ojo en toda la noche, ¡¡¡qué nervios!!!) y con los macarrones todavía saltando en el estómago me preparo mi desayuno habitual: el zumo y las tostadas. 

Después de la ducha despierto a mi fotógrafa (bueno, la saco casi a tirones de la cama para ser más exactos) y mientras miro el tiempo que va hacer (decido correr con pantalón largo y manga corta). 

Al poco tiempo, estamos los dos esperando el bus con otros diez corredores más. Llega el bus y está lleno de gente (6:10 am) y empiezo a darme cuenta que he cometido el primer error: mi idea inicial era disfrutar de la carrera, pero para ser sincero, escondido había un segundo objetivo: bajar de la hora. Pero viendo lo que ví en el bus, ya sabía que iba a tener que hacer peripecias para conseguirlo. El bus estaba lleno de corredores, Bob esponjas, plátanos corredores, indios, spidermans, batmans, todos los superhéroes habidos y por haber,... algunos con muy poca pinta de corredores (y menos ganas de correr) y todos localizados en el corral A (es decir, salían justo después de los corredores de élite). 
La carrera tenía varios corrales: Corral A (menos de 1h.), corral B (menos de 1:15h), corral C (menos de 1:30h), corral D, corral E y la marabunta. Cuando decidí en qué corral me metía, lo decidí con solo 4 entrenos, algo asustado porque iba a ser mi primera vez, basándome en los resultados de algunos conocidos del año anterior y sin querer entorpecer a nadie, así que me coloqué en el corral C (ERROR). Así que me iba a tocar quedarme bloqueado en la salida. 

A las 6:30 am ya estamos en la salida y el ambiente es alucinante. ¡Es un carnaval!, además de muchos atrevidos que iban desnudos (por el momento solo hombres). A las 6:45 am entro en mi corral con los demás gallitos y gallinitas, me hago las fotos pertinentes y mi fotógrafa me deja para verme en la meta. Quince minutos para que empiece mi primera carrera, caliento un poco y me pregunto qué coño hago ahí. Supongo que son las típicas preguntas tontas (porque en realidad estás deseando) fruto de los nervios. Cada vez estoy más nervioso y con ganas de empezar para que vayan desapareciendo porque el tema nervios me da pánico. Los que me conocen saben que en ese estado, mi estómago e intestinos se independizan del resto del cuerpo y mente y me suelen jugar malas pasadas. Aguanto el tirón y a las 6:55 am hay una primera cuenta atrás, empiezan a llover tortillas mejicanas y nubes de gominola del cielo. En dos minutos si nos hubiéramos tumbado en el suelo podrían haber hecho un burrito de 40.000 personas. La gente se empieza a excitar (no vi nada raro en los desnudos) y empieza la cuenta atrás final. Allí estoy con los pies pegados al suelo(debido a las nubes de gominola), después de que solamente dos meses atrás me diera por calzarme las zapatillas por primera vez (para correr), 13 sesiones de entrenamiento, 127 km (muchos de vosotros corréis 80 o más en una semana) pero con unas ganas tremendas de correr y disfrutar… y ¿por qué no? Bajar de la hora mi tiempo.
Los gallos y gallinas del corral C 
Dan el pistoletazo al corral C y empezamos a andar hacia la salida, intento poner el GPS y me llevo el segundo palo del día: el GPS no encuentra satélite (estamos en el centro financiero de la ciudad rodeados de edificios), miro alrededor y algunos tienen el mismo problema. Entonces hay que decidir entre volver atrás a la zona de calentamiento (donde no hay edificios) pero me voy a  mezclar con el corral D o tirar hacia adelante y olvidarme de tiempos y distancias. Opto por la última, sigo adelante y el reloj sigue buscando, buscando, buscando, buscando....y decido tirar de cronómetro. 

Me centro en la carrera pero es imposible correr, la gente va prácticamente andando y los que no, van bailando, haciendo fotos y me toca esquivar y empujar para poder progresar. Me pego a otro corredor y empezamos a correr por la acera. Veo a la distancia un espacio abierto, paro el crono y busco el gps, y el reloj sigue buscando, buscando, buscando,....vuelvo al crono pero ya es inútil, no llevo el control. 

Así se pasan los primeros kilómetros, esquivando gente, cambiando de ritmo para adelantar… Un desastre, ni mucho menos lo que tenía planeado y mucho menos disfrutando. Llegamos a la famosa cuesta de Hayes St. y la gente (ya con dorsales del corral B) va andando y jadeando, de nuevo me tengo que ir a la acera para poder seguir un ritmo y no quedarme clavado. Después de la cuesta, un par de manzanas de bajada y llegamos a Fell St., calle ancha en la que el panorama cambia un poco, menos batmans, spidermans, Homers Simpson,...y más pantalón corto, camiseta de tirantes y dorsales del corral A. 

A partir de este momento empiezo a disfrutar, cojo ritmo (no se si bueno o malo pero voy cómodo y progresando) y empiezo a escuchar a la gente animando, la música en vivo que ha colocado la organización... ahora disfruto y me rio con los disfraces (antes eran una pesadilla), alucino con los que corren descalzos... Ahora siento lo que la gente llama “la verdadera esencia de la Bay to Breakers”, supongo que correr rodeado de un ambiente algo atípico. Atípico habría sido no encontrar ninguna chica corriendo desnuda (posiblemente hubo muchas y yo peleando con el reloj no las vi) pero a pocos metros de entrar en el Golden Gate Park, me encuentro la primera, moviendo curvas, empapada en sudor...no quiero saber dónde llevaba el dorsal (menos mal que no me había puesto el pulsómetro). La paso y un poli (o más bien alguien de seguridad) me saca de mi fantasía (no porque fuera más atractivo que la chica) al darme cuenta que está pidiendo que se le muestren claramente los dorsales (para evitar los sin-registro en estos inicios de carrera). A partir de aquí me encuentro con más chicas desnudas, pero ya no sería lo mismo...así que yo a lo mío. 

Me pego a dos Elvis Presley que van corriendo y cantando y aunque me hubiera encantado seguir con ellos (había decido no llevar el ipod para “escuchar” la carrera) los termino pasando. En ese momento calculo que me queda algo menos de media carrera. Efectivamente, me cruzo con la señal de 5 millas (la primera que veo en toda la carrera) y decido ir a tope esos 4 últimos kilómetros. Se que voy más rápido pero ni idea a que ritmo, miro varias veces el reloj esperando que no hubiera pasado nada y me dijera distancia, ritmo,...¡menuda decepción!!!. 

Aparece la señal de 6 millas y sigo adelantando, adelantando, adelantando, todos con corral A y alguno de B y C. En esta milla se colocan los fotógrafos oficiales de la carrera cada 100 metros a diferentes alturas y ángulos y yo empiezo a sacar mi repertorio de poses (tienes la esperanza de comprar alguna hasta que te dicen el precio). Sigo a tope, milla 7, ya solo quedan unos 800 metros y casi que puedo ver la playa, en ese momento escucho “zapatillazos”. Un abuelo runner (unos 50-55 años) y supongo su nieto (unos 12-14 años) me pasan a toda pastilla. Empiezan los murmullos, no se si por el abuelo o por el nieto. 

Me llega el olor a playa, curva a la izquierda y allí estamos, la recta final. Empiezo a buscar a mi fotógrafa (menos mal que es alta) y la localizo fácil, está unos metros delante de la meta, pongo pose y me saca la primera, y me dice: “otra, otra…”, bajo ritmo y la segunda. Solo 10 metros para cruzar mi primera meta y miro el crono de la carrera 1:07h y algunos segundos. Cruzo la meta, saludo a los fotógrafos, cámaras y me voy en busca de mi fotógrafa oficial para celebrarlo. Descanso, un poco de agua, cambio impresiones con mi fotógrafa, estiramientos y nos vamos a la arena de la playa. 
Haciendo el gamba
Mucho más relajado, miro el resultado neto en la página de la carrera, 1:01:10h, con un ritmo medio de 5:06 min/km. Después de esto se te queda el cuerpo un poco raro, con sensaciones encontradas: satisfecho (muy contento, que quede claro) porque ni yo mismo pensaba hace dos meses en acabar una carrera de 12 km. Pero a la vez, un poco decepcionado por todo lo acontecido que modificó mis planes. Bueno también porque no vi ningún ciempiés (un grupito de 13 corredores enlazados entre sí. Supongo que estaban en el corral A y salieron a toda leche). 

Ha sido una experiencia preciosa y de la que he aprendido muchas cosas que indudablemente me van a servir para las siguientes. Parece que aquí termina la carrera, pero no, ahora empieza lo que la organización llama “la última milla” pero la gente llama “Bay to Breakers” o lo que es lo mismo, el fiestón del copón. La historia de la última milla la dejo para la próxima entrada porque si no esto va a ser infumable. Una cosa os adelanto, eché de menos los bocadillos de butifarra que se zampa el “abuelo runner”.

...TO BE CONTINUED

Capítulo 12. Ya no soy virgen. Mi primera experiencia, mi primera carrera (1/3)

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¡Llegó el día!!! Ya tenía ganas de sentir algunas de las sensaciones de las que muchos de los que me leen habláis y que bien resumía Marciano Durán en el capítulo 9.

¡Por fin llegó la Bay to Breakers 2012!!! Un cúmulo de sensaciones desde la pre- hasta la post-carrera y más allá. Quien catalogara esta carrera como una de las carreras que tienes que correr antes de morir llevaba razón. Pero antes de meterme en faena y hacer la crónica de la carrera propiamente dicha os quiero explicar un poco el día antes, La Expo. La verdad es que no tengo referencias y no puedo comparar con otras carreras americanas o españolas (no se si fue lo normal, mejor o peor, puesto que es mi primera carrera) así que todo fue novedoso y emocionante.
Bill Graham Civic Auditorium, San Francisco
Con esos rótulos de cines de hace unos cuantos años se presentaba el auditorio en el que iba a tener lugar la recogida de dorsales. Allá que vamos y nos dirigimos a los mostradores para recogerlo, abro el sobre y el mío es el 15730 (me gusta el número). Acto seguido, a por la camiseta adidas que regalan con la inscripción (bueno que he pagado). La inscripción me costó $78 (dorsal + camiseta adidas de algodón), algo cara (la organización se aprovecha del tirón que tiene esta carrera), pero que a larga como español que soy he amortizado con creces (nunca llegando al nivel de los chinos pero casi). Después de esto comienza la locura de los stands de las diferentes firmas que se encuentran allí (empezamos como dice José Mota, “arrebañado, arrebañando”). Pasamos por uno de los sponsors (volkswagen) y ya empezamos con dos muñequeras muy monas, pero a mí me gusta la camiseta técnica que regalan y aunque le caliento la oreja un rato a la chica no hay forma de conseguir una (y eso que tengo un VW). Seguimos mirando y mirando y el bolso de mi mujer empieza a llenarse de pulseras, zumos, barritas energéticas, yogures líquidos, toallas,...(volviendo a confirmar que los bolsos de las mujeres no tienen fondo, por eso luego encuentras de todo). Esa mañana ya íbamos bien desayunados así que pensamos que ya tenemos el material para después de la carrera (¡qué iluso!, ya veréis). Una vez finalizada la ronda de recogida de goodies, empezamos con las fotos. Los stands también ofrecían hacerte fotos digitales que luego te entregaban en papel. Fotos con diferentes fondos (Golden Gate, tranvías,...), diferentes marcas...(tengo casi más que el día de mi boda). Por cierto salimos muy monos (es lo que tiene tener a la familia tan lejos).

Antes de marcharnos llegó el momento estrella, foto, autógrafo y charla (5 minutitos, lo cual es bastante en un evento de este tipo) con Meb Keflezighi, medalla de plata en maratón en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 (en 2008 no participó y este año estará en Londres). El poco tiempo que pude hablar con él, me pareció un tío muy majo. Se sorprendió de que fuera mi primera carrera y me dijo que trabajara duro para la media maratón (y que no me conformara con terminarla, que fuera a por el mejor tiempo posible). Yo lo pregunté por las sensaciones cuando estás en el podio recibiendo una medalla olímpica y él contestaba que es algo inexplicable que no se podía expresar. Le pregunté por su estado físico para los JJOO y me decía que en fase de ascenso para conseguir su mejor nivel. Después de hacernos la foto, nos deseamos suerte para nuestros futuros retos. Una experiencia muy bonita haber conocido y charlado con Meb.
Su lema: Run to win
Después de salir como en una nube de la exposición, si me dicen que me ponga el dorsal y me ponga a correr, salgo como un loco. Aunque pensándolo bien, si que salimos como locos, pero a zamparnos una buena pizza (pero con la cabeza en la carrera del domingo). 

...TO BE CONTINUED

Capítulo 11. La serie

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Sí, lo admito, lo he ido retrasando más de lo que debiera pero ya están aquí, hoy he hecho mi primera serie 12 x 400 m con 90 segundos de recuperación
Irremediablemente debe tomar protagonismo
El plan era hacer los 400 m en un tiempo aproximado de 1:35 min (ritmo de unos 3:57 min/km). Ya sabéis que mi objetivo final es terminar la media maratón sin preocuparme de los tiempos, pero si haces un plan de entrenamiento al final tienes que entrar en cuestiones numéricas. También comenté en las primeras entradas que me ayudaría de artículos, blogs, planes de entrenamientos ya publicados,... para hacer el mío propio. Por tanto, para mí también es un reto (como novato) dar con las condiciones adecuadas para mi estado físico y mental. Iré posteando los entrenos y como sé que hay algunos con muchos kilómetros a la espalda que se pasan a leer mis historietas, espero sus comentarios para saber si estoy en el camino correcto. 

Aquí os dejo la serie completa:

Un calentamiento de 3km: 5’57” - 4’22” - 5’08”

La serie 12x400 (rec 90”): 1’34” - 1’27” - 1’31” - 1’27” - 1’33” - 1’29” - 1’35” - 1’30” - 1’44” - 1”31” - 1’37” - 1’31”

Trote para ir relajando músculos (y llegar a casa) de 1.5 km: 10’01”

Hoy ha hecho un día un poco ventoso (me he acordado de esos que estáis en las islas) y se puede ver claramente en la serie cuando me tocaba ir en contra y cuando a favor del viento. En uno de los 400 m me fui hasta 1:44 min porque el viento era terrible. Yo creo que iba controlando fuerzas para llegar a todos los 400 m en buenas condiciones y aquí me dejé todas las reservas que tenía para los siguientes. 

Parece que ha salido una entrada más corta y técnica de lo normal (pensando en mis amiguetes que no son corredores), pero tengo la “anécdota”. Después del sufrimiento con la serie, una abuelilla me ha puesto una sonrisa en la boca. Os pongo en situación, llego al portal de casa, ella sale del edificio, nos cruzamos las miradas (ella me escanea de arriba a abajo...¿Por mis mallas?, ¿por la pinta que llevo con todos los artilugios?....nunca lo sabré) y después:

Ella: ¿Vienes de correr? ¿preparándote para la Bay to Breaker del domingo? (que informada está ella, ¿Por qué será?).

Yo: sí, entrenando un poco.

Ella: ¿La vas a correr desnudo? (jajajaj menuda picarona la abuela, me descoloca y no se si preguntarle si ella la ha corrido alguna vez, si la ha corrido desnuda, si le gusta ver gente desnuda o si le gusta ver gente desnuda correr). 

Yo: no, estoy buscando un disfraz.

y se marcha con un Good luck!!!.

Capítulo 10. Perdidos

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¡¡Semana completita!! El estreno del reloj/GPS, el pulsómetro, una tirada normal, una larga y otra cortita. 

A ver por dónde empiezo?...venga, por el reloj y el pulsómetro. Después de mucho mirar, leer, preguntar, me decidí por el Nike con el GPS Tom Tom y el pulsómetro Polar que es compatible con el reloj. La verdad, es que en este trabajo de investigación (es lo que tiene la profesión, que después lo aplicas a todo) los mejores comentarios son para los Garmin. Estéticamente no me terminan de gustar (quizás algo “tochos”) aunque los últimos modelos están más conseguidos. Al final, el haber estado almacenando todos mis datos desde el principio en la página de Nike, ha decantado la balanza hacia este lado. En cuanto al pulsómetro, una vez decidido el reloj no tenía muchas opciones.

La cuestión es que estaba más emocionado que un niño en la Noche de Reyes. El miércoles llegó el paquete del Rey Amazon (previo pago de $170). ¡¡Ohhhhhh que ilusión!! aunque con los manuales online y Youtube sabía más del reloj que los propios de Nike. Al día siguiente me dispongo a estrenarlo, pero recibo un mail diciendo que el pulsómetro está al caer (¡¡un día antes de lo esperado!!. Aunque los pedí al mismo tiempo, un paquete venía de la costa Este y el otro de la Oeste), así que decido esperarme (con todo el dolor de mi corazón, snif snif) para estrenarlo todo por la tarde. Y tan “tarde”, que al final se retrasó la entrega y fue el viernes cuando salí de estreno. 

El viernes por la mañana ya estaba preparado para darle caña a todos los artilugios (crucé los dedos para que todo funcionara perfectamente porque había leído algunos problemas de sincronización...). Antes de salir y darle al botón de ready me miro al espejo y me digo: “vaya pintas me llevas”. Las zapatillas verdes fluorescentes, las mallas negras, la camiseta amarilla, el reloj en una muñeca, una muñequera negra en la otra (donde guardo las llaves de casa. Y diréis: “vaya pijada”, pues no, no se a vosotros pero a mí el tintineo y el golpeteo de las llaves en los bolsillos me supera), el ipod en el brazo y el producto estrella, la cinta de la cabeza a lo Marta Domínguez (pero no rosa, en blanco). La cinta la usé alguna vez en el gym (depende del tamaño, la gente y la ventilación a veces te puede parecer que estás en un horno) porque al poco de entrar sueles estar empapado. Yo no se como me lo hago pero mi sudor siempre va a parar a los ojos, así que o estaba todo el rato con la toalla o me ponía la cinta en la frente. Mis manos están igual de sudadas así que de poco me sirven por eso recurrí a tan sofisticado complemento deportivo. Este “complemento” nunca me ha hecho falta mientras corría en la calle pero este mini-verano (totalmente anormal incluso en verano) que estamos pasando en San Francisco hace que a las diez de la mañana y con unos kilómetros a las espaldas ya se note el Lorenzo.

Pulso el botón de ready y tiro millas, todo sincronizado y sin problema (uffff que alivio, ya me veía el primer día peleando con el servicio técnico). Primera sorpresa: he configurado el reloj en millas en lugar de kilómetros (después de un día entero jugando con el reloj la he cagado!!!). Realmente no me molesta ver la distancia en millas pero si el ritmo de carrera. Bueno, no pasa nada...segunda sorpresa: a pesar de que voy bien y a un ritmo suave (después de hacer la conversión, 5:15-5:30 min/km) mis pulsaciones están un tanto altas, 160 ppm. Mi recorrido empieza cuesta arriba y empiezo a pensar que quizás esa sea la razón, pero después de pasar la cuesta y empezar el tramo llano mis pulsaciones se mueven entre 155-165 ppm, normal? Según algunas fuentes, si. Evidentemente depende mucho de la persona, edad, enfermedades, estrés, temperatura... pero en condiciones normales, los novatos en esto del running se suelen mover por valores altos (Igual era de los emocionado que iba mirando el reloj y las pulsaciones constantemente). Después de esto, no más sorpresas, me encontré muy bien y metí una tirada larga de 10 millas (16km) con una media de 160 ppm. Terminé en unas condiciones decentes y con un poco de dolor en las rodillas (algo que me esperaba) pero a día de hoy ya recuperado. 

Encontré la salida antes y vivo

La tirada del martes fue de unos 11 km y también fue muy bien pero aquí la sorpresa (que a mi no me sorprende porque soy nulo con los mapas) fue que me perdí, sí, sí, me perdí. Decidí cambiar el recorrido que hago habitualmente para correr un poco en tierra y al final, corrí por veredas y carriles a los que no estoy muy seguro que supiera llegar de nuevo. Pero lo más divertido de esta aventurita fue ver la cara de asombro de monitores y niños del campamento infantil por el que terminé recortando para llegar a la carretera que creía conocer (como son californianos son muy educados y no me dijeron nada, pero en otro estado me hubieran azuzado a los perros, eso si no sacan un rifle). Menos mal que no estaban jugando a los indios y vaqueros si no seguro que van a la caza de la gacela (para el próximo que pase igual ya tienen preparados los arcos). Al final terminé cansado de tanta cuesta sorpresa, parones para mirar indicaciones, parones para elegir caminos....qué desastre!!! al menos terminé corriendo al lado del Golden Gate Bridge.

La salida corta (7 km) ha sido parte del reconocimiento de la prueba del domingo que viene y que ya os comenté en el capítulo 8. 

Bueno chavales nos leemos pronto, yo seguiré mi semana tal y como la tenía planeada y el domingo será mi tirada larga de la semana, Welcome to Bay to Breakers.

Capítulo 9. Esos locos que corren

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Apenas dos meses corriendo y ya siento la necesidad de hacerlo cada día. Nació como un simple proyecto o reto en uno de esos días en los que hablas contigo mismo largo y tendido... y al final escuchas una voz interior que te pide algo (quizás sea la voz de tu cuerpo). Aunque de primeras respondes que es una locura y no serás capaz, ahora se ha convertido en una adicción. Podría describir los sentimientos y sensaciones que despierta este deporte, actividad, reto, droga... como lo queráis llamar, pero en las palabras y la voz del periodista y corredor uruguayo Marciano Durán quedan mucho mejor. 

Hoy no me voy a extender mucho más, solo quería compartir lo que se siente cuando corres (sensaciones totalmente nuevas para mí). Sé que me leen corredores habituales, que ya habréis visto el vídeo miles de veces, pero también los hay nuevos en esto del “running”, habituales de otros deportes (como era yo), “apalancados”... que no saben de su existencia, para ellos y los que quieran repetir, os cuelgo el vídeo “esos locos que corren”.


Puede parecer un deporte aburrido (sinceramente yo pensaba eso, hasta hacía el típico chiste de “yo no corro, eso es de cobardes”) pero esa opinión dura muy poco una vez lo pruebas. Después de ver el vídeo y a pesar del poco tiempo que llevo corriendo, ya he vivido algunas de las situaciones y sensaciones que explica el monólogo. Vosotros que lleváis muchos años en la brecha seguro que habréis experimentado el 90 ó 100% de los sentimientos y situaciones que se viven a lo largo de este camino, y honestamente, os envidio locos.

Nos leemos pronto.

Capítulo 8. El retorno y la emoción por la Bay to Breakers

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Por fin ha llegado la normalidad a mi vida otra vez (ya era hora, ¡qué mes de Abril más largo!) y vuelvo a tener tiempo para correr y escribir. Ha sido un mes un poco complicado y atípico que por diferentes causas no me ha permitido correr apenas nada y mucho menos ponerme delante del ordenador para escribir alguna historieta (además no tenía internet, suena raro a estas alturas de la vida pero es verdad. He ido tirando de móvil y no es nada cómodo escribir una entrada tan larga).

Hace ya un mes que escribí mi última entrada y desde entonces sólo he podido salir a correr 4 veces. La primera semana de Abril hice un par de salidas: 11 y 8 kms con unos tiempos rondando la hora y los 40 minutos respectivamente. Después de todo el mes en blanco, excepto por la semana pasada que pude meter otros 11 km con un tiempo un poco inferior al que hice al principio de mes, la última salida fue el martes pasado, exigiéndome un poco más y haciendo una tirada de unos 14 km y de los que no se el tiempo porque se acabó la batería del Ipod :( en mitad del trayecto. ¡Qué raro y doloroso se me hizo correr sin música! 

La buena noticia es que a pesar de estar unas 2 ó 3 semanas en blanco, me sentí bien al correr y sigo marcando los mismos tiempos que antes del parón. La mala noticia es que debería haber empezado hace tiempo con las series para ir ganando algo de velocidad y tiempo. A partir de la semana que viene tengo unas 12 semanas hasta la carrera (que originalmente era el tiempo marcado para la preparación) aunque inicialmente me sobraban un par de semanas para llegar un poco más relajado, ahora veremos cómo lo planteo...Pero lo vuelvo a repetir, no me obsesiona el tiempo, mi objetivo es ser finisher

En próximos retos veremos cuál es el objetivo (supongo que ir mejorando y bajando tiempos), pero actualmente el no quedarme a mitad de mi primera media maratón es lo único que me preocupa.
A pesar de no haber salido mucho a correr tengo muchas cosas que contar: nuevos recorridos (con vistas y entornos espectaculares...), nuevos gadgets... pero lo haré en las próximas entradas.

Hoy os voy a hablar un poquito de unos de los mini-retos del plan de preparación. Muchos de los planes de entrenamiento que corren por internet aconsejan correr una 10Km antes de la media maratón para que así te puedas hacer una idea de cómo te encuentras físicamente, los tiempos en los que te vas a mover...Y aunque aún no la tengo decidida, (a mediados-finales de Junio estaré inscrito en alguna), no he podido dejar pasar la oportunidad de correr el próximo 20 de Mayo una de las carreras más famosas. No sólo es famosa en los Estados Unidos, es conocida a nivel mundial por muchos motivos que ahora os cuento.

Supongo que muchos de vosotros sabiendo que estoy en San Francisco ya sabréis cuál es (o incluso la habréis corrido ya) pero otros no, así que os voy a hablar un poquito de ella. Por supuesto animaros a que la probéis porque es una de las carreras catalogadas como de esas que tienes que correr al menos una vez en la vida, es la Bay to Breakers.

Bay to Breakers nació con el único propósito de levantar el ánimo y el espíritu de la gente de San Francisco después de que en 1906 la ciudad sufriera un terremoto, que a pesar de no tener una escala muy alta, provocó incendios enormes que arrasaron con la ciudad. Seis años después de este trágico suceso se organiza la primera carrera y desde 1912 se ha ido celebrando anualmente hasta el día de hoy. Desde entonces cada tercer domingo del mes de Mayo, miles de personas cubren 7.46 millas (12 km) desde un extremo de la ciudad (La Bahía de San Francisco) hasta el otro extremo (Océano Pacífico), incluyendo por supuesto algunas de las típicas cuestecitas de San Francisco. La media de participantes suele ser unos 75.000 corredores aunque en 1986 se llegó al número de 110.000, entrando en el Libro Guinness de los Récords.




Pero ¿qué es lo que hace especial a esta carrera? Pues la verdad, todos ponen su granito de arena para que sea especial, pero básicamente, son los corredores. Hay una primera oleada de corredores que corren por ganar, hacer su mejor tiempo o probarse (es mi caso)..., vamos, lo normal en una carrera. Pero hay una segunda oleada que son los bandidos. Los bandidos son los que la dan el punto y el colorido a la carrera porque son personas que no están inscritas y la mayoría de ellas van disfrazadas. Aproximadamente la mitad de las personas que corren son bandidos y te puedes encontrar cualquier cosa dentro de este grupo, y cuando digo cualquier cosa es cualquier cosa. De hecho, uno de los disfraces más típico es el de no llevar nada, totalmente desnudos solamente con las zapatillas y algunos ni eso. Aunque depende a quién veas (un abuelo de 80 años o un jovenzuelo de 25) es por supuesto uno de los atractivos de esta carrera. Otro de los atractivos son las formas tan ingeniosas que tiene la gente para poder ir bebiendo alcohol en las calles (ilegal en USA, aquí el botellón nada de nada). Auténticos dispensadores de alcohol ambulantes llamados flotantes con forma de barco vikingo, cabañas,...recorren las calles de San Francisco ese día permitiendo a los juerguistas disfrazados y a los corredores, correr, beber y por supuesto después de un rato bailar lo que te pongan casi olvidándote de la carrera (aunque sean las 10 de la mañana la gente bebe como si fuera un sábado las 12 de la noche). Otra de las curiosidades de esta carrera es la gente que se disfraza de salmón y hace la carrera a contracorriente desde el mar hacía la bahía. Cada vez es más popular la carrera en dirección contraria, quizás en el futuro, pase a llamarse Breakers to Bay.

Por último, otra peculiaridad de esta carrera son los llamados ciempiés, que son 13 corredores enlazados entre sí con una cuerda y que hacen la carrera juntos. Aunque parece que es otro de los extras que la gente añade a esta carrera, se trata de una modalidad oficial.

Es muy bonito que a lo largo de la carrera haya espectadores animando en todo momento incluso haciendo fiesta en el jardín de casa a la que te invitan a parar y disfrutar un rato (no creo que el último ganador que lo hizo en 39:12 parara a tomar un birrita). Después de cruzar la meta, ahora sí, la organización pone música en directo y deja beber alcohol aunque sea encerrado entre vallas....todo un FESTIVAL!!! Espero haberos puesto los dientes largos y animaros para correrla ya sea con disfraz, sin disfraz, desnudo, vestido, andando, corriendo, de bandido, de ciempiés o profesional.

Os avisé, del disfraz menos sofisticado al más complejo
Espero volver a escribir con la misma frecuencia que hace un mes y recibir vuestros comentarios.
Nos leemos pronto.