Capítulo 13. Una semana más (o menos, según se mire)

4 comentarios:
Después del homenaje que me he dado con la Bay to Breakers, he desaparecido un poco de mi blog, pero no de los vuestros y mucho menos de los entrenos. La semana pasada fue un calco de lo que vienen siendo las últimas semanas y de lo que serán en un futuro. Un día de series, otro con una tirada corta pero a un ritmo alegre y una tirada larga en plan más tranquilo (espero poder intercalar algo más, pero de momento es lo que hay). Para ser sincero, en las series y la tirada corta voy “justito”, tanto en pulsaciones como en ritmo. Quizás vaya por encima de mis posibilidades y haya planteado un plan demasiado exigente para alguien que lleva solamente dos meses y medio corriendo (y sin referencia previa) y cuyo principal objetivo es terminar una media maratón (aunque la charla con Meb me hizo realmente replantearme el objetivo). También es cierto (como me dicen los que me aguantan diariamente) que termine en mejor o peor estado los entrenos (para eso están), el efecto es claro, estoy mejorando.

Lo que no ha cambiado nada es mi comienzo (aquí si que me pregunto que ***** hago, durante aprox. los primeros 5 km y no es fruto de los nervios). Parece que soy uno de esos motores fríos que necesitan unos kilómetros para empezar a carburar bien, o mejor dicho, de los endocanabinoides que Gonzalo explicaba hace unas semanas en su blog. Según esto sería un individuo ejemplar en este estudio y el cual necesita de 30 min para empezar a rendir/disfrutar (de hecho voy mucho mejor con 12 km a la espalda que con 2 km).

Con estos precedentes el martes me metí un calentamiento de 5 km y después una serie de 400, 600, 800, 1200, 800, 600, 400 a ritmos de 3:57min/km, 4:01min/km, 4:04 min/km y 4:07 min/km. El jueves unos 8 km a ritmo 4:41 min/km y el domingo terminé con 14 km a un ritmo de 5:09 min/km (aunque tenía como objetivo un 4:57 min/km). Después de los 14 km, ducha y de nuevo a la calle a repetir ruta (si,si, exactamente la misma, pero ahora andando) para celebrar el 75º aniversario del Golden Gate Bridge.

Todo un espectáculo lo que estos americanos montaron alrededor del puente para celebrar su cumpleaños. Como toda gran celebración hay que terminarla con unos buenos fuegos artificiales. Aquí os dejo un pequeño vídeo aunque evidentemente en vivo es más espectacular.

 

Nos leemos pronto.

Capítulo 12. Ya no soy virgen. Mi primera experiencia, mi primera carrera (3/3)

2 comentarios:
Con esta breve entrada explicando como fue “la última milla” termino la “trilogía Bay to Breakers”. Hay que reconocer que siendo la primera experiencia se merecía una mención especial. Pero aquí y ahora, prometo que las demás crónicas serán más normalitas:

Son las 8.30 de la mañana y después del merecido descanso, el charloteo y la ingesta de los “souvenirs” de la expo del día anterior, nos dirigimos a la zona “Last Mile”. Conforme nos vamos acercando, empieza el olor a comida, una mezcla de aromas que me hace babear (a pesar de haber bebido 1/2 l de agua, un zumo y dos barritas). Caravanas (al estilo "lo que necesitas es amor") vendiendo comida mejicana, hindú, china, thai,... hacen que mi mente y mi estómago ya regularizado solo piensen en comida, comida, comida,...pero antes tengo que cruzar la zona de stands (total, que  me olvidé por completo de la comida). Empezamos la ruta de stands con el helado, para seguir con zumos energéticos, yogures, barritas (otra vez), incluso nesquik (¡cuánto lo había echado de menos!),... y mientras comemos y bebemos vamos llenando la mochila (habíamos decidido llevar mochila en lugar de bolso para guardar la sudadera, cámara,... ) Puedo prometer y prometo, que no sabíamos nada de lo que se avecinaba. La gente que no llevaba mochila empieza a llenar cajas y aquello parecía el mercadona a la hora de reponer. El género se va agotando en algunos stands y empiezan a llegar pequeños carritos para suplir pero por el camino la gente se agolpa a los carritos y éstos no llegan a su destino (aunque creo que no hay problemas porque hay material para abastecer a miles de personas). De forma que los homeless que se atrevieron a venir hasta esta punta de la ciudad se unieron a la fiesta y es triste decirlo, pero al menos aquel día y posiblemente unos cuantos más, tuvieron algo para echarse a la boca. 

Caminito al "bazar"
Después de la parte de comida, nos adentramos en el mundo de los souvenirs y recuerdos, y esto sí que es la locura. Zazzle que es el patrocinador oficial tiene a precio de saldo casi todo el material (con lo cual vino bien no comprar nada el día anterior), camisetas, botellas de agua, bolsas de deporte,...y la gente se vuelve loca comprando los últimos recuerdos de la carrera. Justo al lado de su stand, Zazzle empieza a regalar camisetas (camiseta en la pistola de aire, boooooom al cielo y la locura en la tierra) recordando un poco a la cabalgata de los Reyes Magos de mi pueblo en el que todos los niños nos peleábamos por los caramelos y sobretodo por los balones. Mira por donde, entre tanta pelea, una camiseta de una mano a otra, de una mano a otra, al final cae en las de mi fotógrafa (primera para la saca). Además de la pistola lanzacamisetas, Zazzle tenía una ruleta en la que te daban premios. Primera tirada, $5 (los canjeamos por una camiseta que el día anterior valía $20) y un magneto (mira que bien, para colgar las fotos del día anterior). Al lado de la ruleta, otro juego diferente, de nuevo $5 (otra camiseta, que después seguro termina de trapo de limpieza pero...) y ahora un pin. Después de canjear los vales por estas 4 cosas (que fue un rato largo) vamos otra vez al ataque (arrebañando!!!) porque me he encaprichado con la botella de aluminio para el agua (vale $8, pero igual lo saco gratis). Probamos los dos juegos y ahora ganamos otro pin, un abridor, una bolsa de deporte y $5 más. Cinco dólares con los que negocié (en EEUU se puede negociar todo, es como estar en el mercadillo) la botella de agua. Después de esto y otras tantas cosas, pulseras,... (con las que yo hice de Rey Mago para mis amigos) creo que la inscripción de $78 estaba amortizada.

En los últimos metros de la milla, los carromatos de comida y la fiesta, supongo que esta parte ya os la podéis imaginar, no es necesario dar mucha más información.

En resumen, mi primera vez ha sido una experiencia extraordinaria, desde el momento que entré a recoger el dorsal hasta la salida del Golden Gate Park para irme a casa a tomar una buena ducha. Espero repetir y pronto, a ver si encuentro algo antes de la media maratón, una 10K más tranquilita.

Nos leemos pronto.

Capítulo 12. Ya no soy virgen. Mi primera experiencia, mi primera carrera (2/3)

9 comentarios:
Las cinco de la mañana, suena el despertador (como si hiciera falta, no he pegado ojo en toda la noche, ¡¡¡qué nervios!!!) y con los macarrones todavía saltando en el estómago me preparo mi desayuno habitual: el zumo y las tostadas. 

Después de la ducha despierto a mi fotógrafa (bueno, la saco casi a tirones de la cama para ser más exactos) y mientras miro el tiempo que va hacer (decido correr con pantalón largo y manga corta). 

Al poco tiempo, estamos los dos esperando el bus con otros diez corredores más. Llega el bus y está lleno de gente (6:10 am) y empiezo a darme cuenta que he cometido el primer error: mi idea inicial era disfrutar de la carrera, pero para ser sincero, escondido había un segundo objetivo: bajar de la hora. Pero viendo lo que ví en el bus, ya sabía que iba a tener que hacer peripecias para conseguirlo. El bus estaba lleno de corredores, Bob esponjas, plátanos corredores, indios, spidermans, batmans, todos los superhéroes habidos y por haber,... algunos con muy poca pinta de corredores (y menos ganas de correr) y todos localizados en el corral A (es decir, salían justo después de los corredores de élite). 
La carrera tenía varios corrales: Corral A (menos de 1h.), corral B (menos de 1:15h), corral C (menos de 1:30h), corral D, corral E y la marabunta. Cuando decidí en qué corral me metía, lo decidí con solo 4 entrenos, algo asustado porque iba a ser mi primera vez, basándome en los resultados de algunos conocidos del año anterior y sin querer entorpecer a nadie, así que me coloqué en el corral C (ERROR). Así que me iba a tocar quedarme bloqueado en la salida. 

A las 6:30 am ya estamos en la salida y el ambiente es alucinante. ¡Es un carnaval!, además de muchos atrevidos que iban desnudos (por el momento solo hombres). A las 6:45 am entro en mi corral con los demás gallitos y gallinitas, me hago las fotos pertinentes y mi fotógrafa me deja para verme en la meta. Quince minutos para que empiece mi primera carrera, caliento un poco y me pregunto qué coño hago ahí. Supongo que son las típicas preguntas tontas (porque en realidad estás deseando) fruto de los nervios. Cada vez estoy más nervioso y con ganas de empezar para que vayan desapareciendo porque el tema nervios me da pánico. Los que me conocen saben que en ese estado, mi estómago e intestinos se independizan del resto del cuerpo y mente y me suelen jugar malas pasadas. Aguanto el tirón y a las 6:55 am hay una primera cuenta atrás, empiezan a llover tortillas mejicanas y nubes de gominola del cielo. En dos minutos si nos hubiéramos tumbado en el suelo podrían haber hecho un burrito de 40.000 personas. La gente se empieza a excitar (no vi nada raro en los desnudos) y empieza la cuenta atrás final. Allí estoy con los pies pegados al suelo(debido a las nubes de gominola), después de que solamente dos meses atrás me diera por calzarme las zapatillas por primera vez (para correr), 13 sesiones de entrenamiento, 127 km (muchos de vosotros corréis 80 o más en una semana) pero con unas ganas tremendas de correr y disfrutar… y ¿por qué no? Bajar de la hora mi tiempo.
Los gallos y gallinas del corral C 
Dan el pistoletazo al corral C y empezamos a andar hacia la salida, intento poner el GPS y me llevo el segundo palo del día: el GPS no encuentra satélite (estamos en el centro financiero de la ciudad rodeados de edificios), miro alrededor y algunos tienen el mismo problema. Entonces hay que decidir entre volver atrás a la zona de calentamiento (donde no hay edificios) pero me voy a  mezclar con el corral D o tirar hacia adelante y olvidarme de tiempos y distancias. Opto por la última, sigo adelante y el reloj sigue buscando, buscando, buscando, buscando....y decido tirar de cronómetro. 

Me centro en la carrera pero es imposible correr, la gente va prácticamente andando y los que no, van bailando, haciendo fotos y me toca esquivar y empujar para poder progresar. Me pego a otro corredor y empezamos a correr por la acera. Veo a la distancia un espacio abierto, paro el crono y busco el gps, y el reloj sigue buscando, buscando, buscando,....vuelvo al crono pero ya es inútil, no llevo el control. 

Así se pasan los primeros kilómetros, esquivando gente, cambiando de ritmo para adelantar… Un desastre, ni mucho menos lo que tenía planeado y mucho menos disfrutando. Llegamos a la famosa cuesta de Hayes St. y la gente (ya con dorsales del corral B) va andando y jadeando, de nuevo me tengo que ir a la acera para poder seguir un ritmo y no quedarme clavado. Después de la cuesta, un par de manzanas de bajada y llegamos a Fell St., calle ancha en la que el panorama cambia un poco, menos batmans, spidermans, Homers Simpson,...y más pantalón corto, camiseta de tirantes y dorsales del corral A. 

A partir de este momento empiezo a disfrutar, cojo ritmo (no se si bueno o malo pero voy cómodo y progresando) y empiezo a escuchar a la gente animando, la música en vivo que ha colocado la organización... ahora disfruto y me rio con los disfraces (antes eran una pesadilla), alucino con los que corren descalzos... Ahora siento lo que la gente llama “la verdadera esencia de la Bay to Breakers”, supongo que correr rodeado de un ambiente algo atípico. Atípico habría sido no encontrar ninguna chica corriendo desnuda (posiblemente hubo muchas y yo peleando con el reloj no las vi) pero a pocos metros de entrar en el Golden Gate Park, me encuentro la primera, moviendo curvas, empapada en sudor...no quiero saber dónde llevaba el dorsal (menos mal que no me había puesto el pulsómetro). La paso y un poli (o más bien alguien de seguridad) me saca de mi fantasía (no porque fuera más atractivo que la chica) al darme cuenta que está pidiendo que se le muestren claramente los dorsales (para evitar los sin-registro en estos inicios de carrera). A partir de aquí me encuentro con más chicas desnudas, pero ya no sería lo mismo...así que yo a lo mío. 

Me pego a dos Elvis Presley que van corriendo y cantando y aunque me hubiera encantado seguir con ellos (había decido no llevar el ipod para “escuchar” la carrera) los termino pasando. En ese momento calculo que me queda algo menos de media carrera. Efectivamente, me cruzo con la señal de 5 millas (la primera que veo en toda la carrera) y decido ir a tope esos 4 últimos kilómetros. Se que voy más rápido pero ni idea a que ritmo, miro varias veces el reloj esperando que no hubiera pasado nada y me dijera distancia, ritmo,...¡menuda decepción!!!. 

Aparece la señal de 6 millas y sigo adelantando, adelantando, adelantando, todos con corral A y alguno de B y C. En esta milla se colocan los fotógrafos oficiales de la carrera cada 100 metros a diferentes alturas y ángulos y yo empiezo a sacar mi repertorio de poses (tienes la esperanza de comprar alguna hasta que te dicen el precio). Sigo a tope, milla 7, ya solo quedan unos 800 metros y casi que puedo ver la playa, en ese momento escucho “zapatillazos”. Un abuelo runner (unos 50-55 años) y supongo su nieto (unos 12-14 años) me pasan a toda pastilla. Empiezan los murmullos, no se si por el abuelo o por el nieto. 

Me llega el olor a playa, curva a la izquierda y allí estamos, la recta final. Empiezo a buscar a mi fotógrafa (menos mal que es alta) y la localizo fácil, está unos metros delante de la meta, pongo pose y me saca la primera, y me dice: “otra, otra…”, bajo ritmo y la segunda. Solo 10 metros para cruzar mi primera meta y miro el crono de la carrera 1:07h y algunos segundos. Cruzo la meta, saludo a los fotógrafos, cámaras y me voy en busca de mi fotógrafa oficial para celebrarlo. Descanso, un poco de agua, cambio impresiones con mi fotógrafa, estiramientos y nos vamos a la arena de la playa. 
Haciendo el gamba
Mucho más relajado, miro el resultado neto en la página de la carrera, 1:01:10h, con un ritmo medio de 5:06 min/km. Después de esto se te queda el cuerpo un poco raro, con sensaciones encontradas: satisfecho (muy contento, que quede claro) porque ni yo mismo pensaba hace dos meses en acabar una carrera de 12 km. Pero a la vez, un poco decepcionado por todo lo acontecido que modificó mis planes. Bueno también porque no vi ningún ciempiés (un grupito de 13 corredores enlazados entre sí. Supongo que estaban en el corral A y salieron a toda leche). 

Ha sido una experiencia preciosa y de la que he aprendido muchas cosas que indudablemente me van a servir para las siguientes. Parece que aquí termina la carrera, pero no, ahora empieza lo que la organización llama “la última milla” pero la gente llama “Bay to Breakers” o lo que es lo mismo, el fiestón del copón. La historia de la última milla la dejo para la próxima entrada porque si no esto va a ser infumable. Una cosa os adelanto, eché de menos los bocadillos de butifarra que se zampa el “abuelo runner”.

...TO BE CONTINUED

Capítulo 12. Ya no soy virgen. Mi primera experiencia, mi primera carrera (1/3)

14 comentarios:
¡Llegó el día!!! Ya tenía ganas de sentir algunas de las sensaciones de las que muchos de los que me leen habláis y que bien resumía Marciano Durán en el capítulo 9.

¡Por fin llegó la Bay to Breakers 2012!!! Un cúmulo de sensaciones desde la pre- hasta la post-carrera y más allá. Quien catalogara esta carrera como una de las carreras que tienes que correr antes de morir llevaba razón. Pero antes de meterme en faena y hacer la crónica de la carrera propiamente dicha os quiero explicar un poco el día antes, La Expo. La verdad es que no tengo referencias y no puedo comparar con otras carreras americanas o españolas (no se si fue lo normal, mejor o peor, puesto que es mi primera carrera) así que todo fue novedoso y emocionante.
Bill Graham Civic Auditorium, San Francisco
Con esos rótulos de cines de hace unos cuantos años se presentaba el auditorio en el que iba a tener lugar la recogida de dorsales. Allá que vamos y nos dirigimos a los mostradores para recogerlo, abro el sobre y el mío es el 15730 (me gusta el número). Acto seguido, a por la camiseta adidas que regalan con la inscripción (bueno que he pagado). La inscripción me costó $78 (dorsal + camiseta adidas de algodón), algo cara (la organización se aprovecha del tirón que tiene esta carrera), pero que a larga como español que soy he amortizado con creces (nunca llegando al nivel de los chinos pero casi). Después de esto comienza la locura de los stands de las diferentes firmas que se encuentran allí (empezamos como dice José Mota, “arrebañado, arrebañando”). Pasamos por uno de los sponsors (volkswagen) y ya empezamos con dos muñequeras muy monas, pero a mí me gusta la camiseta técnica que regalan y aunque le caliento la oreja un rato a la chica no hay forma de conseguir una (y eso que tengo un VW). Seguimos mirando y mirando y el bolso de mi mujer empieza a llenarse de pulseras, zumos, barritas energéticas, yogures líquidos, toallas,...(volviendo a confirmar que los bolsos de las mujeres no tienen fondo, por eso luego encuentras de todo). Esa mañana ya íbamos bien desayunados así que pensamos que ya tenemos el material para después de la carrera (¡qué iluso!, ya veréis). Una vez finalizada la ronda de recogida de goodies, empezamos con las fotos. Los stands también ofrecían hacerte fotos digitales que luego te entregaban en papel. Fotos con diferentes fondos (Golden Gate, tranvías,...), diferentes marcas...(tengo casi más que el día de mi boda). Por cierto salimos muy monos (es lo que tiene tener a la familia tan lejos).

Antes de marcharnos llegó el momento estrella, foto, autógrafo y charla (5 minutitos, lo cual es bastante en un evento de este tipo) con Meb Keflezighi, medalla de plata en maratón en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 (en 2008 no participó y este año estará en Londres). El poco tiempo que pude hablar con él, me pareció un tío muy majo. Se sorprendió de que fuera mi primera carrera y me dijo que trabajara duro para la media maratón (y que no me conformara con terminarla, que fuera a por el mejor tiempo posible). Yo lo pregunté por las sensaciones cuando estás en el podio recibiendo una medalla olímpica y él contestaba que es algo inexplicable que no se podía expresar. Le pregunté por su estado físico para los JJOO y me decía que en fase de ascenso para conseguir su mejor nivel. Después de hacernos la foto, nos deseamos suerte para nuestros futuros retos. Una experiencia muy bonita haber conocido y charlado con Meb.
Su lema: Run to win
Después de salir como en una nube de la exposición, si me dicen que me ponga el dorsal y me ponga a correr, salgo como un loco. Aunque pensándolo bien, si que salimos como locos, pero a zamparnos una buena pizza (pero con la cabeza en la carrera del domingo). 

...TO BE CONTINUED