Capítulo 6. Mallas y más kilómetros

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El pasado domingo aunque la climatología me dio unas horas de tregua al final no las aproveché. Otros menesteres me ocuparon el día pero el lunes a primera hora ya tenía puestas las zapatillas de correr (como decíamos cuando éramos pequeños). 

Con cuatro días de descanso desde la última salida pensé que quizás podría incrementar el tiempo de carrera un poco más. Como novedad, cambié un poco el itinerario pero solo la ida. La vuelta siguió siendo cerca del agua. Parece una tontería pero ver el agua y su olor me dan la tranquilidad que necesito para olvidarme de la fatiga y el cansancio. Tanto es así que ayer me coloqué con un tiempo de 42’ 20” y una distancia de 7.37 Km. Aunque todavía son números que están muy lejos de unos tiempos y distancias decentes (algo que no me obsesiona en absoluto), estoy muy contento y orgulloso. Hay que tener en cuenta que vengo de un deporte totalmente diferente, 3 meses de inactividad (con una lesión de rodilla incluida) y solo 4 sesiones de carrera continua a mis espaldas. 

Mi “feeling” personal sigue siendo muy bueno, sin molestias en la rodilla o piernas (que es lo que más me preocupaba), cada vez menos fatiga... eso sí, algunas agujetas en lugares extraños o músculos que no sabía que tenía. La verdad no tengo ni idea de cómo he ejercitado esos músculos...igual fue con los menesteres del domingo!!!

Básicamente las novedades de la sesión de ayer fueron el itinerario que os adjunto aquí y el estreno de una prenda deportiva. 


Os hablo un poquito de las dos cosas. En la sesión de ayer fui acompañado prácticamente todo el camino por la música de Justin Timberlake (ya conozco algunos que estarán pensando: “Vaya tío moñas”) y su disco Future Sex/Love sounds. Un disco buenísimo, con una de mis canciones preferidas “My love” (los de antes siguen pensando: “sí que eres moñas”), así que realmente tenéis que escuchar el disco (no, Justin no me paga por hacer publicidad de su disco). Todo el recorrido fue bastante bien y ayer no necesité de ningún pelotazo extra de Black eyed peas, David Guetta o The prodigy, ¿sabéis por qué? Porque entre el km 2 y 3 (la parte más dura como se ve en el perfil de la ruta) coincidí con otro corredor y parece ser que los dos íbamos con la cara desencajada cuesta arriba porque los pobres hombres que estaban en la calle (“homeless”) empezaron a animarnos. Sólo faltó que ellos nos dieran algo de beber, ¡qué fuerte!!! Pero a la vez, gratificante. Después un tramo de bajada y 4 Km de llano hasta llegar a casa.

La otra novedad es que ayer estrené unas mallas (sí, unas mallas), no cortas, no piratas, unas de las de verdad, largas y de las que vas marcando paquetillo como los toreros. El color, algo discretito, (ni rosita claro como las de los novilleros, ni rosa fucsia como las de los bailarines de fama, ni fluorescentes como las que se veían en los programas ochenteros de gimnasia matutina de Eva Nasarre) de lo más popular, negro. Las había comprado hace tiempo para hacer senderismo pero no había tenido la oportunidad de estranarlas todavía. Como la semana pasada estuve un poco resfriado y la época de lluvias no solo ha traído lluvias, también frío, decidí que mejor debía de estar algo más abrigado y estrenar las mallas. Os digo la verdad, jamás me había colocado unas (solo el día que me las probé para comprarlas), y cuando me miré al espejo,.... ahora sí podéis pensarlo: me vi un poco moñas. Al principio me notaba un poco “apretao”, supongo que como algunas chicas se ven casi cada día, pero con la diferencia de que yo solo las llevaría 45 minutos. Tengo que reconocer que 5 minutos después, me sentía casi mejor que con el pantalón corto (¿a vosotras también os pasa eso?). Y no os cuento cuando me tocaba las piernas en los estiramientos (todas suaves.....). Al final e independientemente del aspecto que tenía ayer (algún día colgaré una foto, o mejor no) fui de lujo.

Por cierto, los menesteres del domingo fueron compras y preparar una mudanza, mentes sucias!!!

Cuidaros y nos leemos pronto.

Capítulo 5. ¿Seré vampiro?

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Sigue la época de lluvias en San Francisco y esto nos deja con otro fin de semana pasado por agua. Fin de semana pasado por agua y otro entrenamiento cancelado. Aunque esperemos que a lo largo del día se presente alguna oportunidad de salir. 

Ya lo comenté en otra entrada, la lluvia no debería ser un impedimento, pero eso de andar bajo la lluvia es algo que me supera. Así que el resumen de hoy tiene pinta de ser, 0 minutos y 0 kilómetros. Pero aunque no corra, sí tengo tiempo para contar una anécdota que me pasó en uno de los entrenamientos pasados (que llamo “entrenamiento” por llamarlo de alguna forma porque a mi parecer es solamente una puesta a punto para empezar el verdadero entrenamiento).

La cuestión es que en uno de estos días de carrera continua terminé con una sensación extraña en la boca, con sabor a metal o sangre. No le di la más mínima importancia porque últimamente estoy peleando con mis dientes y muelas, así que imaginé que algo tendrían que ver. Pero más tarde, en frío (más bien en calor, por el agua hirviendo de la ducha), recordé que había tenido la misma sensación en alguna de las pretemporadas como futbolista hace años. Así que tiré de Dr. Google para buscar información sobre esto, aunque al final siempre termino en el mismo sitio, siiiiiiiiii Pubmed (es lo que tiene estar metido en el mundo de la ciencia, por defecto y hagas lo que hagas, al final recurres a la mayor base de datos de publicaciones científicas). Existen varios artículos médicos sobre este fenómeno pero parece ser que no está muy bien documentado y se le atribuyen varias explicaciones que van desde el asma al ácido láctico. No obstante la respuesta más aceptada por la comunidad científica explica el fenómeno como una pequeña hemorragia pulmonar inducida por el ejercicio. Parece ser que es un fenómeno asociado a una actividad física intensa y es muy común entre atletas de élite, corredores, ciclistas y nadadores. No obstante, fue en caballos de carreras donde se detectó por primera vez. Al parecer el ejercicio intenso en deportistas puede alterar la estructura de la barrera pulmonar sangre-aire (membrana a través de la cual tiene lugar el intercambio oxígeno/dióxido de carbono) causando estrés y pérdida de sangre en regiones internas del pulmón. En principio es un tema por el que no hay que alarmarse siempre y cuando no aparezca de forma continuada o aparezca sangre en la tos. En cualquier caso siempre se recomienda controlar tu esfuerzo y tratándose de corredores, tus pulsaciones para saber si hay alguna relación sobreesfuerzo-sabor a sangre y averiguar cuál es tu intensidad límite. 

Aquí os dejo la referencia de uno de los artículos que he leído y confirma la relación comentada anteriormente:
S R Hopkins, R B Schoene, W R Henderson, R G Spragg, T R Martin, and J B West. Intense exercise impairs the integrity of the pulmonary blood-gas barrier in elite athletes.
Am. J. Respir. Crit. Care Med. 1997; 155: 1090-4.
Cuidad esos cuerpos y nos leemos pronto.

Capítulo 4. La confirmación científica

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Para aquellos que lleváis muchos años en esto del running no os voy a descubrir nada nuevo, pero yo cada día me sigo asombrando más y más de cómo ciertos elementos influyen en la capacidad de un corredor y sobre todo, de cómo se venden. 

Os digo esto porque después de escribiros sobre cómo superé el bache físico y mental con un par de canciones de David Guetta, seguí tirando del hilo sobre la relación entre Música y Deporte. Todo me llevó a un artículo científico que confirma la relación entre ambos. Publicado en la revista Journal of sport and exercise psychology (para los interesados dejo el link http://dspace.brunel.ac.uk/handle/2438/3117) y conducido por el Dr. Karageorghis, nos explica que elegir cuidadosamente la música que llevas en tu reproductor puede mejorar tu rendimiento un 15%. Según el Dr. Karageorghis la música puede usarse con efecto motivador, de manera que el deportista puede aumentar el tiempo y el esfuerzo del ejercicio. Y por otro lado, como una distracción ante los elementos negativos como la fatiga o cansancio. La clave está en el tiempo de la canción (beats per minute, bpm). Particularmente en la sincronización del tiempo de la canción con el ritmo de tu ejercicio. Generalmente la mayoría de canciones dance y rock se encuentran en un rango de 120 a 140 bpm, ritmo que coincide con las pulsaciones de un “deportista medio habitual” en plena actividad. Por supuesto la letra de la canción también es importante porque como dice el Dr. Karageorghis puede desbloquear recuerdos, imágenes heroicas...que te ayuden a superar cualquier adversidad. 

Hoy día es una práctica habitual y lo raro es cruzarte corriendo con alguien y que no lleve auriculares, o entrar en un gimnasio y no ver a todo el mundo enganchado a la música. Muchos son los corredores famosos que usan la música para sus entrenamientos o carreras. Por ejemplo: la récord del mundo en maratón, Paula Radcliffe, suele escuchar Stronger de Kanye West y el que fuera récord en categoría masculina Haile Gebrselassie escucha la famosa Scatman. Además, muchos otros deportistas como el ciclista Lance Armstrong, la tenista Serena Williams...han publicado junto con la firma Nike, algunas de sus “playlists”. 
Aquí es donde empieza el comercio Música-Running, Nike con sus powersongs, sportmusic blog y playlists de deportistas famosos, te intenta vender una serie de canciones dependiendo de la distancia y el tiempo que quieras hacer. Pero no solamente Nike, todos se suben al carro de los beneficios del deporte con la música y publican aplicaciones para Iphone, Ipod... Una de las páginas que me llama la atención es jog.fm, donde encuentras las canciones catalogadas por bpm, si son adecuadas o no para una determinada distancia, para un ritmo concreto, sin cortes entre ellas, las listas más descargadas por corredores (como la lista de los 40 principales pero para corredores).
Yo me pregunto:¿Usarán esto los monitores de spinning? o ¿se las prepararán ellos? Porque su trabajo tiene. 

Yo todavía no me he creado mi lista de canciones, pero todo se andará. De momento voy escuchando algunos de los cantantes/grupos que me gustan y en momentos de flaqueza me pongo algún “pelotazo”. Ayer empecé escuchando Nelly Furtado y algunas canciones de su disco Loose, algo de Justin Timberlake y en los momentos que necesité un plus usé Black Eyed Peas o The Prodigy. En cuanto a la sesión, incrementé 5 minutos más mi tiempo. Al final fueron 6.5 min para ver qué tal respondía y perfecto. En resumen y suponiendo que el podómetro midiera bien:
Tiempo: 36’ 30’’
Distancia: 6,38 km
Todo esto estuvo acompañado de una buena sesión de calentamiento/estiramientos (siguiendo los comentarios en uno de los posts de mi amigo y fisio personal, Biel). Ayer repetí recorrido pero a diferencia de los días anteriores mis sensaciones fueron diferentes. No estoy hablando de la carrera, si no del ambiente (aunque por lo visto no fui el único). Mientras corría podía oler el agua de la bahía (olía a playa, a verano...solo me faltó el olor de la crema protectora para el sol y los chiquillos gritando), pero además el olor de las plantas estaban en el ambiente.... ¡qué sensación!!!, mi mente se fue por unos minutos a las playas de Huelva, con el olor de los enebrales (que es como regaliz), a sal, a playa... y me gustó (fue como estar de vacaciones unos minutos).

¡Y esto es todo amigos!!! Me marcho, pero os quiero dejar un vídeo, ya que no solo la música nos motiva, también las palabras (hecho que ha sido muy reproducido en el cine, como en la archiconocida charla de Al Pacino en Un domingo cualquiera, Mel Gibson en Braveheart, Aragorn (Viggo Mortensen) en El señor de los anillos o el rey Leónicas (Gerard butler) en 300, aunque creo que para ello hay que tener un don) y las imágenes. Así que os dejo una de imágenes, que en su día fue motivo de noticia, es el vídeo que Pep Guardiola usó para tocar la fibra de sus jugadores antes de la final de Champions 2009 en Roma, que incluso provocó lágrimas en algunos de ellos antes de salir al campo (es lo que tiene ser futbolero).


Capítulo 3. Segunda toma de contacto

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Después de que la semana pasada la meteorología estropeara todos mis planes, (aunque algunos dirán “pues vaya mierda de tío que caen cuatro gotas y ya se queda en casa”) ya estoy de vuelta. Porque salir a correr con paraguas me parece un poco incómodo y mojarme para estar constipado dos semanas me haría perder más tiempo (con lo que yo he jugado bajo la lluvia, me voy haciendo viejo). Además, no soy vasco lo siento, soy andaluz. 
He aprovechado la tregua climatológica para calzarme de nuevo las Nike Elite+, enchufarme el Ipod (en esta ocasión, Ipod y sensor sincronizaron a la primera, parece que la parejita pasó un buen fin de semana) y tirarme a la calle. 
Las sensaciones siguen siendo similares a las del pasado viernes, así que me quedo con que no he tenido ningún problema con las zapatillas ni con mi rodilla. También es cierto que sólo he trotado unos 30 minutos. Como ya he comentado en las entradas anteriores, mi intención es solamente acabar la carrera, no quiero una preocupación más de tener que entrar en un tiempo concreto. Aunque todas las lecturas que he hecho recomiendan que lleve un control sobre distancia/tiempo, pulsaciones,... para que el día de la carrera sepa dosificarme. 
Hasta ahora el único gadget que me ayuda es el ipod sincronizado con el sensor nike+ (podómetro) con el que puedo tener una idea aproximada de la distancia que corro y al ritmo que lo hago. Este podómetro quizás no sea tan exacto como un gps, pero es muy útil para saber en qué valores te mueves. Supongo que pronto llegará alguna mejora (como en los coches de F1) que me haga mejorar el rendimiento y entrenamiento. Aunque voy a ser honesto, será un juguetito más y ya nos conocemos chavales, todo el **** día estás pegado a él buscando funciones nuevas o cambiado la apariencia (en lugar de leerte las instrucciones). Supongo que será un aliciente más en este reto. Aunque solo sea por usarlo, meter en el ordenador los datos, ver los mapitas por donde corriste, alardear delante de tu chica... aunque solo sea por eso, muchos días de bajón te sacará a la calle. 
El resumen del día (suponiendo que el podómetro haya hecho bien su trabajo de medición y no haya mucho error) ha sido media hora de carrera suave, exactamente: 
Tiempo: 30’ 19’’
Distancia: 5,45 km
Ritmo: 6 min por km 
Con estos números, podría estar dentro del rango marcado por la organización de la media maratón (que son 3 horas). El desafío es mantener este ritmo los 21km (que a día de hoy...). 
Prácticamente, la carrera ha sido un calco de la del viernes pasado. Incluso pasando casi por los mismos momentos críticos. Aunque lo he descubierto recientemente, me he dado cuenta que me encanta correr (y no porque sea un cobarde). Sin duda, sigo siendo un futbolero, lo que me hace que pueda jugar cualquier día, a cualquier hora, en cualquier sitio, y en cualquier condición (y si, lloviendo también). Aunque cuando estás fuera de forma puede ser un “sufrimiento”, pero lo haces porque te encanta y disfrutas, pero sin duda, es un “sufrimiento”. ¿Cómo se traduce eso? Pues que siempre llegas tarde al balón, eres impreciso, no puedes correr tanto como quisieras... Yo creo que es lo que me está pasando ahora mismo. Cuando estaba en forma (o eso me creía yo) corría en la cinta (ya sé que no es lo mismo, pero poner un 1% de inclinación hace que parezca similar a correr en asfalto, que ya hay más de un listillo diciendo: es que la cinta es muy fácil....) y lo disfrutaba. Pero ahora mismo, hay momentos que son un “sufrimiento” (y esto acaba de empezar). 
La poca experiencia sobre la cinta y la salida del viernes han sido suficientes para darme cuenta de que tengo un momento crítico entre el minuto 10 y el minuto 15. Los primeros 5 minutos los tengo dominados :) y del 5 al 10 no paro de mirar el reloj (se me hacen eternos). Pero después de esto, me dan ganas de tomar un refrigerio en las terrazas que me voy encontrando por el camino y pillarme el bus para volver a casa. 
Pero hoy he sido más listo que mi mente en el minuto 12: Me había preparado dos canciones de David guetta: "Night Of Your Life" con Jennifer Hudson y “Titanium” con Sia, que si las escucháis no puede pasar otra cosa más que te de un subidón y se te olvide todo por un momento. Siete benditos minutos de subidón para superar el bache (en los que me permitía incluso el lujo de adelantar a otros corredores). Después, vuelta a algo más tranquilito para mantener el ritmo suave (y dejarme adelantar por los que había pasado en el momento de euforia). 10 minutos después, llegas a casa, te das una ducha y te pones a escribir estas líneas, todo un placer.
Muchas gracias a todos los que me leéis, comentáis, apoyáis... en 3 días han sido 75 visitas (algunos hasta habéis repetido para leer el segundo post, ¡qué de tiempo libre que tenéis, no?!) Que para hacerme rico con publicidad en el blog no llega, pero para llenarme de ganas y satisfacción vais sobrados (uy!!, ha quedado un poco rollo mensaje del rey).
Nos leemos pronto.

Capítulo 2. El comienzo

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El siguiente paso para cumplir mi objetivo es encontrar un plan de trabajo adecuado y calzarme las zapatillas para tener una primera toma de contacto. Después de tres meses de inactividad y pequeños problemillas en la rodilla, he pensado que la mejor manera de comenzar es tomarlo con calma. 
Si los cálculos no fallan, tengo entre 18 y 19 semanas antes del día fijado, así que he decidido hacer un plan de entreno de 15 semanas con las 3 primeras para ir cogiendo forma, probarme, elegir zapatillas, establecer rutas... En los siguientes posts os iré contando un poco el plan que he escogido pero hoy voy contar la elección de zapatillas y las primeras sensaciones en la carretera.
En cuanto decidí entrar en el mundo del running empecé a devorar blogs, páginas especializadas, revistas... Me di cuenta de que todas llegan a la misma conclusión: la elección de zapatillas es una de las partes más importantes. Te puede evitar lesiones. Todas estas fuentes recomiendan visitar un centro especializado donde analicen tu pisada y así poder elegir las zapatillas adecuadas para tu marcha.
Así que me planté en unos de estos centros donde hacen un estudio de tu pisada y la verdad, no me convencieron. Decidí no comprar ninguna de las zapatillas que me proponían. Y os cuento más, llegué a este sitio y el chaval que me atendió fue "correcto" (no era la alegría de la huerta para como nos tienen acostumbrados estos californianos, seguro era "granaíno" lo digo por eso de la "malafollá"), me midió el pie y me hizo caminar. Su análisis fue que tenía los pies planos (algo que ya sabía) y que era ligeramente pronador. Suerte que me había informado y sabía que pronación, así de forma muy resumida es cuando se produce un derrumbamiento del pie hacia la zona interna del mismo, por tanto se deben buscar unas zapatillas que compensen ese derrumbamiento. Esto es todo un mundo, pronación, supinación, neutral... pero no os voy a meter el rollo así que os dejo un link de una página donde lo explica mucho mejor que yo, pero sobretodo el vídeo es buenísimo (estos links son un homenaje a mi querido amigo Biel).
Después de este breve análisis de la pisada, el chico me ofreció 3 modelos que él mismo se encargó de ponerme y atarme (¿Te imaginas el zapatero de tu pueblo poniéndote las zapatillas y atándote los cordones? Me da la risa. Habrá sitios donde lo hagan pero me pareció algo llamativo, sobre todo cuando ya has visitado tiendas donde prácticamente te los tiran o incluso tu mismo buscas la caja con tu talla). Mientras él me ponía las zapatillas, yo andaba mirando los modelos y la talla, un 12.5!!! (Generalmente uso 10.5 ó 11 americano). “Es recomendable tener un poco de espacio entre el final de la zapatilla y tu pie para evitar ampollas, uñas negras...” dijo él. ¿Pero tanto? Pensé yo. Él es el especialista (Tampoco es bueno que sea demasiado grande, señor especialista). 
Empecé a caminar con los diferentes modelos para ver cómo me sentía, incluso salí a correr a la calle (aconsejado por el especialista) y ahí me di cuenta de que este reto iba a ser duuuuro :):). Al final, ni las zapatillas ni el especialista me convencieron y me fui por donde vine con la sensación de que la visita no había sido muy provechosa. Esperaba que me hicieran un análisis más serio, que me ofrecieran una gama más variada de zapatillas y por qué no? incluso aconsejarme diferentes lazadas para los cordones según mi empeine, a eso se dedican, no? 
Después de esta decepción he mirado otro centro donde realizan análisis más serios incluyendo el del vídeo de la Universidad de León (así rollo revisión médica de un futbolista famoso, ya os contaré). Mientras tanto salí a correr con las zapatillas que tenía en casa, unas Nike Lunar Elite + que son catalogadas como mixtas (entrenos y competición, término nuevo para mí), para todo tipo de corredores (aunque casi más para neutros o leve pronadores), que van bien para mi peso (las compré sin saberlo, pero parece que me las hubiera recomendado el especialista)...y a las que además les puedes poner un sensor que sincronizas con el ipod para obtener información de la carrera. Ya había utilizado las zapatillas y el sensor anteriormente cuando corría esporádicamente en la cinta del gimnasio pero ese día el sensor y el ipod debían haber tenido la típica discusión de pareja y no se sincronizaban. Treinta minutos de reloj incluyendo el reseteo del ipod me costó ponerlo todo en marcha. Una vez en la carretera, los primeros 5 minutos fueron bien (esto está chupado, no estaba tan mal como pensaba), los siguientes 5 regular (joder!! qué lentos han pasado estos 5 minutos, no?), los siguientes 5 mal (mierda, yo me paro), del 15 al 20 peor (me paro me paro no pasa nada es mi primer día, pero no lo hice y seguí), 20-25 empiezo a sentirme mejor (empiezo a disfrutar del "paisaje") y los últimos 5 bien (podría haber seguido). Mis primeras sensaciones fueron bastantes buenas después de 3 meses de inactividad, ningún problema con las zapatillas, mi rodilla... la moral sigue intacta!!! 
Aunque mi cuerpo siente las agujetas.

Nos leemos pronto

Capítulo 1. El reto.

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Ya desde pequeñitos hemos escuchado a nuestros padres o abuelos  decir las típicas frases: “la vida es una carrera de obstáculos” o “la vida te pone retos que tienes que ir superando”… y qué cierto es! 
A veces estos retos te llegan sin más (ley de vida), otras veces te los impone alguien y otras simplemente te los autoimpones. Uno de estos últimos me ha empujado a crear este blog para compartir mi experiencia y por supuesto convencer al personal de que puedes conseguir lo que te propongas, como dice Josef Ajram: “No se donde está el límite, pero sí sé dónde no está”. Éste es el lema de este atleta extremo que es capaz de hacer 5 Ironman (3.86 km de natación, 180 km de ciclismo y 42.2 km de carrera) en 5 días, y su siguiente reto para 2012 es 7 en 7. Por tanto, el límite es el que tú te pongas o mejor dicho, tu mente se ponga.
Seguro que hay cientos y miles de blogs iguales (ya he visto algunos), pero supongo que cada persona tiene unas circunstancias especiales, unos medios diferentes, una motivación en particular... Mi primer reto de unos cuantos que he apuntado en la lista, como cuando empiezas el nuevo año, es terminar una media maratón o lo que es lo mismo correr unos 21 km en un tiempo inferior a 3 horas que es lo que ha programado la organización. 
¿Mi motivación? no es otra que ponerme a prueba y darme una satisfacción. Evidentemente, nada tiene que ver con los retos que se plantean otros deportistas como Edurne Pasaban, Jesús Calleja o el mencionado Josef Ajram, pero para mí va a ser lo mismo de sufrido que los suyos. 
Los que me conocen saben que suelo hacer casi cualquier tipo de deporte, aunque básicamente soy un futbolero. Por lo tanto, el mundo del running es totalmente nuevo y más amplio de lo que me esperaba. Ya sabía que no sería como dicen algunos, “ponte las zapatillas y tira millas”, pero tampoco era consciente de la cantidad de cosas que influyen o mejoran tu capacidad para correr (algo que supongo iré comentando a lo largo de este trayecto).
Para cumplir con el objetivo voy a tirar de internet para mirar planes de entrenamiento, dieta, lesiones,... y por supuesto de la experiencia de las personas que me vaya encontrando en el camino. Quizás alguno piense que estoy exagerando con algunas cosas pero no quiero llegar a casa a los 3 días, desmotivado, lesionado... y tener que cancelarlo todo. Tampoco quiero un profesional supervisando y organizando cada detalle, prefiero vivir la experiencia a fondo aunque ello suponga ir más lento,...
Llevo unos 3 meses de inactividad pero el objetivo es estar a tono para la fecha y lugar programados, 29 de Julio 2012, The WIPRO San Francisco Marathon. Ni que decir tiene que todos los comentarios, opiniones y consejos son un regalo.
Nos leemos pronto.